miércoles, 28 de abril de 2021

Control de esfínteres

                Control de esfínteres


Uno de los cambios más importantes en estas edades es la retirada de los pañales. Este es un aprendizaje complejo que requiere madurez, ya que implica un control muscular voluntario consciente e inconscientemente.


¿Cuándo puede adquirir el control?

Primero, el niño debe adquirir el control diurno, (heces 12-24 meses y orina 18-30). Respecto a la orina, se deberá llevar al niño periódicamente al baño, cada dos o tres horas como mucho, hasta que sea capaz de pedirlo por sí mismo o de aguantar más tiempo.

Hay que estar muy atentos a los gestos de los niños/as ya que pueden estar mostrando que quieren orinar o defecar.

Para el control de las heces, se debe sentar al niño en el orinal cada día a la misma hora y explicarle lo que debe hacer.


Para adquirir el control nocturno debe tener asumido el control de la orina diurna.


¿Cómo ayudarle para adquirir el control?

  • La mejor época para quitar el pañal es verano, ya que si se moja no pasa nada y no va a coger frío.

  • En esta etapa hay que vestirlo con ropa cómoda, que pueda manipular de la manera más autónoma posible, para que pueda quitársela sin dificultad.

  • Evitar que tome mucho líquido antes de ir a dormir y acostumbrarse a ir al baño justo antes de meterse en la cama.

  • No hay que presionar ni castigar al niño ya que se puede conseguir el efecto contrario al deseado.

Problemas infantiles

 Tabla orientativa de posibles problemas infantiles

Descripción, prevención y tratamiento

(consulta siempre con tu pediatra)


    

PROBLEMA

DESCRIPCIÓN

PREVENCIÓN

TRATAMIENTO

Eritema piel

inflamación con lesiones en la zona del pañal 

higiene en la cambio de pañal y aplicación de cremas

pediatra

Muget

infección por hongos en la boca o zona genital. 

cambiar la marca del pañal y utilización de cremas

pediatra

Pediculosis

infestación de piojos

higiene de pelo y preventivos

desparasitación

Caries

proceso patológico en dientes

higiene dental

pediatra y dentista 

Helmintiasis

parásitos en el intestino (“lombrices”)

higiene de manos y uñas 

pediatra

Onicofagia

mordisqueo de uñas


pediatra y psicólogo

Eneuresis

falta de control del esfínter urinario

determinar origen

pediatra o según causa 

Encopresis

falta de control del esfinter anal

inadecuado aprendizaje y adquisición del hábito. Estrés

psiquiátrico


Rabietas. ¿Cómo actuar?

¿Cómo actuar ante las rabietas?

Si no sabes como reaccionar y pierdes la calma cuando tu hijo/a tiene rabietas, aquí te dejamos unos consejos que te pueden servir:


  • Anticiparnos a la rabieta: La falta de sueño o el no querer echar siesta aumenta la aparición de rabietas.

  • Mantener la calma: No hay que alterarse ante esta situación, ya que eso puede provocar el efecto contrario al que queremos conseguir. 

  • Ignorar: Dentro de lo posible, no debemos darle importancia a la situación, ya que muchas veces cuando ocurre esto es para llamar la atención y si el niño/a percibe que no lo consigue, dejará de hacerlo.

  • No ceder: Si el niño/a quiere hacer algo o conseguir algo, no debemos dárselo. Tiene que entender claramente que una rabieta no sirve para conseguir nada.

  • Importancia: Aunque las rabietas nos puedan poner nerviosos, a los niños/as les servirá para aprender a controlar sus frustraciones y para enriquecer su capacidad de expresión.

  • Dialogar: Cuando haya pasado el momento de la rabieta, hay que explicarle al niño/a porque tomaste esa decisión, que hizo mal y porque no debe hacerlo.


La rabieta se convierte en un problema y hay que consultarlo cuando:


  • Se producen autolesiones, lesiones a terceros o rompen objetos del entorno.

  • Contiene demasiado la respiración, llegando a desmayarse.

  • Le acompañan pesadillas, dolores de cabeza, dolores estomacales, ansiedad...

El apego y la afectividad

 La relación afectiva

El afecto y la autoridad


Si el entorno físico es importante, aún lo es más el entorno afectivo. En las actividades de la vida cotidiana es decisiva la interacción que el niño establece con la persona que le enseña o le exige el hábito. 

Estos son momentos privilegiados en la relación, que va más allá de cambiar pañales, darle de comer o ayudarle a vestirse. 

Son momentos en los que se crea una relación íntima y muy comunicativa. 

En ella se establece el diálogo, aunque sea solo de miradas y gestos en el que el adulto entiende las intenciones del niño, y a la vez este muestra mayor disponibilidad a cooperar. Esto, además de aumentar su satisfacción, supone un avance inestimable en la conquista de su autonomía.

En el diálogo que se establece en ese contexto de afecto, la persona adulta también ejerce la autoridad necesaria para favorecer una mejor predisposición en la adquisición del hábito.


El afecto: La persona adulta debe garantizar que el afecto esté por encima de cualquier conflicto o dificultad que pueda surgir durante el aprendizaje. La afectividad facilitará la comunicación con el niño, que entenderá con más facilidad qué es lo que se quiere y se espera de él. 

Nunca se debe poner en duda, sea cual sea la conducta del niño, la relación afectiva que mantiene, ya que esto debilitaría su confianza en la persona adulta y, por tanto, las posibilidades de aprender de ella. 


La autoridad:  está relacionada con la afectividad, que no es lo mismo que el autoritarismo. 

Cuando se habla de autoridad nos referimos a una relación que plantea unas normas y unas exigencias razonables, conocidas y aceptadas por las dos partes.  

La autoridad aporta seguridad y estabilidad a la relación: ayuda a los niños a saber qué pueden esperar de las personas adultas en cada momento y qué es lo que estas esperan de ellos. Para conseguirlo, las personas adultas deben mostrarse constantes en su conducta y exigencia, explicar claramente qué piden y asegurarse de que son entendidas para evitar pasar del ejercicio de la autoridad al autoritarismo.


Rutinas a la hora de comer

           Rutinas a la hora de comer


Entendemos como rutinas, no sólo los hábitos saludables en cuanto a la alimentación, también horarios, tiempo recomendado para que duren las comidas y otros factores relacionados.

Las rutinas dan una sensación de seguridad y tranquilidad a los niños, pero la falta de ellas genera un desorden que va empeorando con el tiempo.

Una de la rutina más importante a la hora de comer es hacerlo a la misma hora, en el mismo lugar y de la misma manera ya que aprenderán a anticiparse, a saber que pasa y a intentar hacer las cosas solos.



-¿Cómo preparar la hora de comer?


  • Antes de comer: Cuando vaya llegando la hora de comer, debemos ir avisando de que va llegando el momento para que se vaya preparando, primero debemos acompañarle(si no puede hacerlo solo ) a lavarse las manos y, en la medida de sus posibilidades, ayudarle a preparar la mesa.


  • Durante la comida: Debemos dejar que sean lo más autónomos posible proporcionando el nivel de ayuda que necesiten. El espacio donde se realice la comida no debe tener televisión y otros factores de distracción.


  • Al terminar: Una vez finalizada la comida, los niños siempre deberán hacer lo mismo hasta que se habitúan a hacerlo solos: recoger los platos y las servilletas, lavarse manos y dientes, etc.


Estos hábitos o rutinas deberán repetirse diariamente y en todas las comidas, para que el niño vaya adquiriendo la mayor autonomía posible.


-¿Cuánto tiempo debe estar sentado en la mesa nuestro hijo?


Siempre es recomendable que toda la familia esté sentada en la mesa el mismo periodo de tiempo, debemos entender que, dentro de unos límites, cada niño/a tiene su propio ritmo. (Promedio de una hora)

 

La hora de comer debe de ser un momento relajado y tranquilo y no debemos usar los chantajes para conseguir que nuestro hijo/a coma.


Periodo de adaptación

          Periodo de adaptación en el colegio


El periodo de adaptación es el tiempo que necesita un niño/a para adaptarse cuando va por primera vez al colegio hasta que se integra con el grupo de alumnos/as y disfruta de él. La entrada en la escuela infantil supondrá para los niños /as la primera salida del mundo familiar conocido y seguro.

Con este periodo se pretende conseguir un conocimiento mutuo entre las partes implicadas: padres, niños y escuela, en el que se establezca una relación de confianza. 

Los padres/madres/tutores  deberán vivir este periodo como algo relajado y tranquilo, ya que tienen una gran influencia en cómo lo van a vivir los niños/as. Debemos dar por finalizado este periodo cuando se haya conseguido una estabilidad emocional en el grupo y sean capaces de asumir con más tranquilidad los momentos de separación y reencuentro con las familias.


Consejos para la adaptación:

  1. Horario: Al principio, lleva al bebe o al niño/a sólo durante algunas horas a la escuela infantil, y poco a poco, ve aumentando el horario.

  2. Participación: Los padres pueden participar en actividades dentro del aula para que el niño/a se sienta más seguro y se adapte mejor.

  3. Objetos de apego: Deja que tu hijo/a lleve, si quiere, su juguete preferido o algo que le resulte familiar.

  4. Motivación: Cuando salga del cole, juega con tu hijo/a para que descubra que lo que hace en él, no es tan diferente de lo que hace en casa. Anímale a que comparta contigo las experiencias que viva en la escuela.

  5. Recogida: Es conveniente que la madre o el padre vayan a llevarle y recogerle, esta rutina le proporcionará seguridad.

  6. Contacto directo: Siempre que lo consideres necesario habla con la maestra sobre tus dudas o inquietudes y sobre cualquier cambio que observes en el niño/a.

  7. Etapas: Los cambios que produzca el niño/a deben ser coordinados con las educadoras (retirada de pañal o del chupete) para que se lleven de la misma forma en casa y en la escuela.


Os dejo un video con mas consejos: https://youtu.be/NXhFqpKBLOo


Autonomía en los niños. - Consejos.

      Consejos para fomentar la autonomía en los niños

¿Cómo puedo contribuir yo?


  • Dar poco a poco, responsabilidades adecuadas para su edad (vestirse, recoger su cuarto, colaborar en tareas de casa, ocuparse y organizar sus tareas escolares, etc.)


  • Involucrarle en la planificación y elaboración de tareas en los eventos familiares (fiestas, paseos, salidas, compras,etc.)


  • Establecer horarios y rutinas así como reglas. Han de ser concisos, claros y consensuados. 


  • Confiar en sus capacidades, y dejarle solo, aunque supervisado. Si le transmites que crees que es capaz, el niño lo creerá. 


  • Aportarle seguridad en sí mismo dejándole que se ocupe solo de hacer determinadas tareas.


  • Dejar que se equivoque, hablar con él, de lo que haya pasado y de cómo evitarlo. Haz que aprenda de sus equivocaciones. 


  • Estimular los logros con comentarios positivos. Dejar los premios para ocasiones especiales, no motivarles con ellos, ha de aprender la importancia de ser responsable, por los beneficios que le aporta no porque vaya a recibir un regalo. 


  • Dejarle que haga las cosas solo, que sea autónomo y que tome sus decisiones. Supervisarle pero desde la distancia. 


  • Enseñarle a tomar decisiones, mostrarle cómo analizar y reflexionar las diferentes opciones.


  • Explicarle que cada acción tiene sus consecuencias, tanto positivas como negativas, y que, por tanto, él mismo es el responsable de sus actos.  




Autonomía en los niños. - Beneficios.

 Beneficios que obtienen los niños al aumentar su autonomía

¿Sabías que al aumentar la autonomía, tus niños obtienen, además, beneficios?



¿Qué beneficios son esos?


  • Mejora la autonomía y la seguridad en sí mismo. La capacidad de hacer las cosas por uno mismo, es fundamental para vencer inseguridades y para cuidar la autoestima. 


  • Favorece su capacidad de concentración, al ver que esto es responsabilidad suya.


  • Le ayuda a pensar, no les viene todo pensado de fuera. 


  • Desarrollan su fuerza de voluntad y su capacidad de esfuerzo, imprescindible para lograr sus metas. 


  • Fomenta su autodisciplina y control interno. 


  • Favorece su madurez y su desarrollo. 


  • Les hace dueños de sus actos y de sí mismos, les hace libres. 

Autonomía en los niños. - Información relevante.

Edades en las que los niños pueden comenzar

a adquirir autonomía

En los ámbitos de alimentación, higiene personal y descanso

De 0 a 6 años



Entre los 2 y 4 años: puede utilizar el orinal, lavarse las manos y

secárselas, pedir ayuda cuando tiene la nariz sucia, usar la pape-

lera, controlar esfínteres, pedir que le cambien cuando está man-

chado y aprender cuando está limpio y sucio. 


Entre los 3 y 6 años: limpiarse después de ir al baño, enja-

bonarse, enjuagarse y secarse, sonarse la nariz, cepillarse los

dientes, taparse la boca al toser, dejar limpios los espacios de

aseo y mantener limpioslos espacios que usan. 




Entre los 2 y 4 años: comer solo con cuchara y con las manos,

pedir que le limpien cuando se manche la boca y beber agua solo. 


Entre los 3 y 6 años: usar el cuchillo y el tenedor, limpiarse solo,

ayudar a recoger los platos y a colocar la mesa. 


Entre los 2 y 4 años: buscar símbolos para conciliar el sueño,

dormir solo, despertar sin llorar, despedirse antes del sueño y

ayudar a quitarse la ropa para dormir. 


Entre los 3 y 6 años: entrar solo en la cama, estirar las sábanas,

respetar el descanso de todos, aprender a arreglarse después del

sueño, vestirse y desvestirse para dormir o despertar. 


Colecho.

 


El colecho: 



Consiste en que los padres duerman con los hijos compartiendo cama, es un tema controvertido en el que ni siquiera los expertos son capaces de ponerse de acuerdo.

La Asociación Española de Pediatría subraya que no se puede garantizar que el colecho sea una ‘práctica segura’ pero tampoco está ‘contraindicada’.

Margot Sunderland, directora de educación en el Centro de Salud Mental Infantil de Londres expone en su libro “La ciencia de ser padres” dejar que los hijos duerman con los padres  hasta los 5 años. Sin embargo, el neonatólogo Nils Bergman lo recomiendan hasta los tres años.



Entre las ventajas que aducen, podemos señalar:

  1. Ayuda a establecer un vínculo emocional: El contacto físico y emocional que experimenta el bebé al saberse protegido, es imprescindible en los primeros meses de vida. Esto va a fomentar relaciones más seguras
  2. Descansan más y mejor: Según los partidarios del colecho los niños que duermen cerca de sus madres se estresan menos que los que duermen solos y descansan más y mejor.
  3. También, parece ser que la separación de la noche genera miedos y ansiedad que pueden derivar en problemas de comportamiento en la edad adulta.
  4. Facilita la lactancia y la alimentación nocturna: Durante los primeros meses, la alimentación durante la noche es imprescindible. Al estar cerca, para la madre es sencillo tanto darle de mamar como el biberón.
  5. Los padres descansan
  1. Los niños se sienten mejor: Las necesidades físicas y emocionales quedan cubiertas ya que el pequeño puede sentir a sus padres cerca, que lo protegen y lo cuidan mientras duerme.

Recomendaciones:

  1. El lugar más seguro donde un bebé puede dormir es en una cuna junto a la cama de los padres.
  2. Evitar conductas que conlleven riesgos, como el consumo de tabaco, alcohol, drogas o medicación sedante
  3. Nunca practicar colecho en un sofá o en una cama de agua,
  4. No dejar que el bebé duerma con otros niños, si se da el caso, uno de los padres debe permanecer en medio.
  5. No compartir cama si se está enfermo
  6. No practicar colecho en caso de obesidad mórbida
  7. Evitarlo durante los primeros meses en caso de bebés prematuros
  8. No dejar a los bebés solos en la cama
  9. Los dos progenitores deben saber que el niño está en la cama
  10. No dejar que la mascota duerma con el bebé

Cada familia es diferente y lo importante es que cada uno decida lo más conveniente en cada caso, con toda la información posible y buscando siempre el beneficio para el bebé.





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