jueves, 29 de abril de 2021

Inteligencia emocional para niños.

Emoción , pensamiento y acción son los tres pilares que hilan cada instante de nuestro ser



Pensemos en esos niños con una capacidad deficiente para aceptar la frustración, e incluso para obedecer una negativa, niños que no respetan a sus iguales y que el día de mañana están condenados a una realidad donde la infelicidad va a ser ese leitmotiv con el que van a tener que vivir, al ser incapaces de comprender a los demás.   Nosotros, por tanto, te sugerimos estos principios para que los introduzcas en el interesante campo de la inteligencia emocional   .

 

1. Inteligencia emocional para controlar su ira




Hasta los 18 meses los niños necesitan básicamente el afecto y el cuidado de sus padres, todo ello les aporta la seguridad suficiente para adaptarse en su medio, para explorar y dominar sus miedos. Pero hemos de tener en cuenta que a partir de los 6 meses van a empezar a desarrollar la rabia, de ahí la importancia de saber canalizar sus reacciones   y corregir cualquier mala acción.

Hay bebés que pueden golpear a sus padres o hermanos, gritar enfurecidos cuando no se les ofrece algo… acciones que a los progenitores les pueden hacer gracia, pero que son necesarias limitar desde su nacimiento. Sobre todo, hay que acompañarlas de mensajes que inviten al razonamiento y al control de eso que están sintiendo.  

2. Enseñar a reconocer las emociones básicas




A partir de los dos años es recomendable iniciar a los niños en el campo del reconocimiento de las emociones,  ya que es cuando ellos comienzan a interactuar con los adultos y otros niños de modo más abierto. . 

Cómo hacerlo? Mediante fotografías de rostros, dibujos, preguntándoles qué les pasa, si están tristes o por qué creen ellos que el otro lo está… Este es un modo perfecto para que aprendan a reconocer sus emociones poco a poco y también las de los demás, y sobre todo, comenzar a desarrollar la habilidad de la empatía.

Además desde este blog recomendamos el uso de libros infantiles que tengan este tipo de temática, como "El monstruo de los colores"



3. Nombrar las emociones

A partir de los 5 años sería perfecto que los niños supieran ya dar nombre a las emociones de modo habitual: "estoy enfadado porque no me has llevado al parque", "estoy contento porque mañana nos vamos de excursión", "tengo miedo de que cierres la luz porque me dejas solo. " 

Aquí os dejamos un tablero para que puedan aprender con vosotros!



4. Enseñar a afrontar las emociones con ejemplos

Es habitual que los niños en ocasiones se vean superados por las emociones, como las rabietas que les hacen gritar o golpear cosas. Es necesario que nosotros no reforcemos esas situaciones, una vez haya terminado la rabieta podemos enseñarles, por ejemplo, que antes de gritar o pegar  es mejor expresar en voz alta qué les molesta. Que aprendan a expresar sus sentimientos desde bien pequeños.   




5. Desarrollar su empatía




Para desarrollar una dimensión tan importante como esta es necesario razonar con ellos continuamente mediante diferentes preguntas: ¿Cómo crees que se siente el abuelo tras lo que le has dicho? ¿Por qué crees que está llorando tu hermana? ¿Crees que papá está hoy contento? "  


6. Desarrollar su comunicación



Hablar con los niños, hacerles preguntas, razonar, jugar, poner  ejemplos… es algo imprescindible en su educación. Debemos favorecer continuamente el que puedan expresarse, poner en voz alta su opinión y sus sentimientos, y que aprendan a dialogar.

7. Enseñar la escucha activa





Imprescindible. Desde muy pequeños deben saber guardar silencio mientras los demás hablan, pero no solo eso, debe ser una escucha activa.  De ahí que sea recomendable hablarles despacio, frente a frente y terminando las frases con un "¿has entendido?", "¿Estás de acuerdo con lo que he dicho?" .    

8. Iniciar en las emociones secundarias




A partir de los 10-11 años van a surgir en sus vidas emociones secundarias que cobrarán más peso tales como el amor, la vergüenza, la ansiedad… Siempre es adecuado que una buena comunicación con ellos nos permiten hablar de estos temas abiertamente para que se sientan seguros, ya que habrá situaciones que le causen mucha ansiedad.   

9. Fomentar un diálogo democrático





A medida que los niños se van haciendo mayores van a aparecer más demandas por su parte, de ahí que desde bien pequeños les enseñemos la importancia de pactar, de dialogar, de acordar de modo democrático. La familia es un ejemplo de la sociedad y es el mejor campo de aprendizaje.  

10. Permitir la expresión de emociones



Para fomentar la inteligencia emocional es esencial que podamos facilitar a nuestros hijos la confianza apropiada para que pongan en voz alta aquello que les preocupa. El hogar y la escuela van a ser esos primeros escenarios donde se va a desarrollar su vida. Si les ofrecemos comodidad para que se puedan expresar y comunicar, también lo harán a medida que crezcan y en el resto de contextos. 

 

 

 

Saber comunicarse y reconocer emociones propias y ajenas son, sin duda, imprescindibles para que vayan madurando poco a poco   y alcancen una solvencia adecuada para integrarse en la sociedad y ser felices en ella. Nosotros podemos darles esa oportunidad a través de la educación en inteligencia emocional.















Evaluación psicológica.

El psicólogo británico Pip Wilson, experto en tratar a niños y personas con problemas de conducta, creó un curioso dibujo que era capaz de definir en qué lugar se encuentra tu autoestima y en qué lugar te gustaría estar frente a todos los demás. En realidad, él lo creó para niños que comenzaban un año escolar nuevo con algún cambio importante. Es muy útil por ejemplo, para comprobar cómo se siente tu hijo frente a los compañeros de clase y su propia familia. 

Nosotros desde nuestro blog, os animamos a que lo probéis con vuestros hijos, o incluso con vosotros mismos, sólo tenéis que fijaros muy bien en este dibujo y sin pensar demasiado escoger uno de los personajes (a los que el psicólogo llamó 'blobs') que están en el árbol. 
Si fueras uno de ellos, ¿cuál serías? ¿En dónde te gustaría estar en el árbol? Son dos preguntas. La primera responde a cómo te sientes emocionalmente y la segunda, a dónde te gustaría estar. 



- Posiciones 1,3,6 y 7
Propio de niños atrevidos, ilusionados, que no tienen miedo a los retos ni a los obstáculos. Valientes y seguros de sí mismos. Con buena autoestima y ganas de conseguir logros. Suelen ser personas que se esfuerzan y tienen el valor de la perseverancia como un valor clave en su vida para conseguir el éxito. Si tú como adulto te identificas con este personaje, sin duda eres de los que 'se comen el mundo'.

- Posiciones 2, 11, 12 y 19
Eres una persona muy sociable pero además posees un gran don: el de la empatía. Es propio de niños y adultos que siempre están intentando ayudar a sus compañeros. Generosos y amables. Y sí, poseen un gran corazón.

- Posición 4
Has escogido la persona que está de pie, en el suelo, observando el árbol con tranquilidad. Sí, eres una persona estable, tranquila, a la que le gusta observar antes de actuar. Propio de niños seguros y racionales, pero poco lanzados y temerosos de los riesgos y susceptibles a los cambios que les afecte de forma emocional.

- Posición 5
Puede que estés agotado, que te falten fuerzas, que estés desilusionado. El psicólogo Pip Wilson definió esta posición para los niños que una vez que comienzan el colegio con cambios, se muestran tristes y apartados, desanimados y temerosos.

- Posición 9
Son los típicos niños alegres, divertidos, cuya máxima en la vida es aprender mediante el juego y la diversión. Son optimistas y no les cuesta nada generar pensamientos positivos. También en el caso de los adultos, es típico de personas muy activas, alegres y dinámicas.

- Posición 8
Es muy propio de niños soñadores, que están constantemente buceando en su mundo interior, navegando entre nubes de colores. Son niños más distraídos y con un extenso mundo interior. En el caso de los adultos, son las típicas personas despistadas que siempre están 'en las nubes'. Muy creativas y emocionales.

- Posición 10 o 15
Si escogiste esta posición, te gusta la estabilidad. Te sientes bien y no quieres arriesgar. Son las personas que se recuerdan cada día el refrán: 'Más vale pájaro en mano que ciento volando'. En el caso de los niños, es indicativo de que se encuentran muy bien en su entorno, que no tienen problemas y que desean quedarse en esa posición tranquila y la prefieren frente a otras posiciones que impliquen alteraciones.

- Posición 13 o 21
Si un niño escoge esta posición puede que sea muy introvertido y cerrado. Le cuesta entablar amistad con otros niños o tiene problemas para manejar sus emociones. Su mundo interior es muy amplio y profundo, pero tiene problemas para compartirlo con los demás. En el caso de los adultos, es típico de personas que libran constantemente conflictos internos.

- Posición 14
Denota algún cambio extremo o algún problema emocional. Puede ser típico de personas que viven una crisis emocional o de niños con una situación de cambio que les genera estrés o incluso depresión.

- Posición 16
Las personas que se sienten identificadas con la figura 16 suelen sentir que tienen una carga constante. Tal vez le pese la responsabilidad o que se sientan superados ante un cambio que les exige demasiado. Sin embargo, en la mayoría de las veces también son personas que son capaces de ver que tienen mucho apoyo y se sienten queridas. Son personas agradecidas y niños que son capaces de sobrellevar esa carga que sienten gracias al cariño de los compañeros que le rodean.

- Posición 17
Tú si que sabes ser un amigo. Estás justo en el lugar indicado en el momento idóneo. Son niños con una gran empatía y adultos cuyo valor de la amistad está por encima de todo. Personas nobles y capaces de dar muchísimo cariño a todos los que le rodean.

- Posición 18
Típico de personas y niños conformistas, aunque sean conscientes de que su vida podría ser mejor. Prefieren quedarse donde están y además valoran la posición en donde están. Además, saben rodearse de buenos amigos que les apoyan y les hacen sentir bien.

- Posición 20
La posición de los líderes. Son personas con una gran autoestima, y niños que se valoran y saben aprovechar al máximo sus habilidades. Son los típicos niños que arrastran con su carisma un gran número de seguidores. Pero que pueden caer con facilidad en la temida prepotencia o llegar a ser los típico 'niños mandones'.



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